Entre los ídolos sagrados que ha tenido el pueblo mexicano, hay uno que subyugó tanto en el terreno deportivo como en el artístico. Hablamos de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo, el luchador más grande de todos los tiempos, y también uno de los actores que más dinero metieron a la taquilla.
El 5 de febrero de 1984 El Santo se despidió de este mundo, a la edad de 67 años, dejando tras de sí toda una historia de nuestro México, que perdurará por siempre.
SUS ÚLTIMAS HORAS
El Santo dejó la lucha libre, pero en lugar de retirarse a la vida privada y llevar una existencia más tranquila, su inquietud lo hizo seguir presente ante el público, por lo que cambió los rings por el escenario. Hizo dueto con el mago Yeo, para montar un acto de escapismo, en el que el Enmascarado de Plata tenía que seguir haciendo un gran esfuerzo. Pero eso era su vida, no podía irse a recluir el resto de sus días a su domicilio, y ser presa de la inactividad.
También se dedicó a producir sus propias películas.
Yeo y El Santo montaron algunas temporadas en el Teatro Blanquita, y en aquellos comienzos del año 1984 el público abarrotaba el local de Garibaldi.
Ese 5 de febrero El Santo presentó el que sería su último show en el plató. Al terminar su actuación dijo que se sentía agotado, y que iba a descansar un poco en su camerino, para entrar en acción para la segunda función. Como comenzó a dar muestras de estar muy mal, se le trasladó en ambulancia a un hospital, en donde poco después dejó de existir, víctima de un infarto del miocardio.
Al día siguiente los restos de El Santo fueron llevados a su última morada, a Mausoleos del Ángel. Una multitud acudió a darle el último adiós, y el camposanto resultó insuficiente para dar cabida a tantos aficionados que sintieron profundamente la partida del gran ídolo. Muchos lloraron en esa triste jornada. Luchadores que en vida fueron sus grandes rivales como Black Shadow y Blue Demon y otros más se encargaron de cargar el féretro.
Hay un episodio que da la idea de que Rodolfo Guzmán presentía que el fin estaba cerca. Semanas antes de morir se presentó al programa Contrapunto de Televisa, que conducía Jacobo Zabludowsky. Ya al aire, sorprendió a todos cuando se quitó la máscara, para que el público, que por décadas adoró su incógnito, lo conociera realmente. Cuando se habla de los programas memorables de Jacobo, este programa es de los que se resaltan. El Santo tenía tanto arraigo entre la gente como Pedro Infante.
DE TULANCINGO
El Santo nació en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917. Sus padres fueron Jesús Guzmán Campuzano y Josefina Huerta Márquez. Procrearon siete hijos, y Rodolfo fue el quinto de ellos. En los años 20 la familia decidió cambiar de aires, para vivir en el DF, en el bravo barrio de Tepito.
Después de estudiar en la escuela "Abraham Castellanos" se dedicó de lleno a los deportes. Alternaba las pesas con el beisbol y el futbol americano, pero poco después derivó a la lucha grecorromana, se dedicó a la libre, y hay carteleras que señalan que su inicio en el pancracio ocurrió el 28 de junio de 1934 en la arena Peralvillo-Cozumel. Antes de vivir de la lucha, trabajó como obrero en una factoría de medias para dama.
El reconocido entrenador Jesús Lomelí fue quien se hizo cargo de su preparación, y de ese modo los aficionados lo vieron actuar como "Rudy" Guzmán y el "Hombre rojo", y también como "El Murciélago" II, nombre que utilizó brevemente porque el propietario del nombre, Jesús "El Murciélago" Velásquez, protestó y Rodolfo Guzmán tuvo que renunciar a ese apodo.
La historia dice que Jesús Lomelí le encontró el nombre que lo haría una leyenda: le propuso tres nombres que no tenían dueño: El Diablo, El Santo o El Ángel. Rodolfo se inclinó por El Santo y comenzaba así una gran historia.
El Santo ganó infinidad de luchas memorables, pero se piensa que su mejor triunfo lo logró el 17 de noviembre de 1952, cuando venció y le quitó la máscara a Black Shadow, cuyo verdadero nombre fue el de Alejandro Cruz Ortiz en la Arena Coliseo. La fama de El Santo aumentó con la revista de historietas de José G. Cruz, que todo mundo leía. Pete Pancof, los hermanos Espanto y muchos más, también fueron víctimas del Enmascarado de Plata.
CINE
Debido a la gran popularidad del Santo, el cine aprovechó su magnetismo, por lo que se convirtió en uno de los artistas favoritos del público mexicano. Se tiene registro de que 24 de sus incontables filmes fueron supertaquilleros, rompieron marcas y embrujaron al público. Entre otros filmes se cuentan: "Santo contra el cerebro del mal", "Santo contra los hombres infernales", "Santo contra los zombies", "Santo contra el estrangulador", "El barón Brákola", "Santo y 'Mantequilla' Nápoles contra las momias de Guanajuato, "Santo y Blue Demon contra los monstruos", así como las que filmó con Capulina.
Rodolfo Guzmán Huerta contrajo matrimonio a principios de los años 40 con María de los Ángeles Rodríguez Montaño, con la que procreó diez hijos: Alejandro, María de los Ángeles, Héctor Rodolfo, Blanca Lilia, Víctor Manuel, Miguel Ángel, Silvia Yolanda, María de Lourdes, Mercedes y El Hijo del Santo.
Rodolfo era un ídolo de ídolos, pero siempre se distinguió por ser humilde y accesible con todos. Muchas anécdotas hay sobre su vida, como aquella en la que un promotor desesperado lo visitó para pedirle que actuara en provincia, y que de acuerdo con la entrada le pagaría su sueldo. Aquel hombre tenía grave a su esposa, y necesitaba dinero para operarla. El Santo accedió a trabajar para ese señor, pero el público respondió apenas.
Apenado, el empresario le dijo al Santo que cúanto le iba a cobrar por la lucha recién terminada, a lo que Rodolfo Guzmán le respondió: "Mira, solamente cómprame una torta y un refresco, porque tengo mucha hambre. Con eso".
La historia tuvo final feliz, porque la señora se salvó
El 5 de febrero de 1984 El Santo se despidió de este mundo, a la edad de 67 años, dejando tras de sí toda una historia de nuestro México, que perdurará por siempre.
SUS ÚLTIMAS HORAS
El Santo dejó la lucha libre, pero en lugar de retirarse a la vida privada y llevar una existencia más tranquila, su inquietud lo hizo seguir presente ante el público, por lo que cambió los rings por el escenario. Hizo dueto con el mago Yeo, para montar un acto de escapismo, en el que el Enmascarado de Plata tenía que seguir haciendo un gran esfuerzo. Pero eso era su vida, no podía irse a recluir el resto de sus días a su domicilio, y ser presa de la inactividad.
También se dedicó a producir sus propias películas.
Yeo y El Santo montaron algunas temporadas en el Teatro Blanquita, y en aquellos comienzos del año 1984 el público abarrotaba el local de Garibaldi.
Ese 5 de febrero El Santo presentó el que sería su último show en el plató. Al terminar su actuación dijo que se sentía agotado, y que iba a descansar un poco en su camerino, para entrar en acción para la segunda función. Como comenzó a dar muestras de estar muy mal, se le trasladó en ambulancia a un hospital, en donde poco después dejó de existir, víctima de un infarto del miocardio.
Al día siguiente los restos de El Santo fueron llevados a su última morada, a Mausoleos del Ángel. Una multitud acudió a darle el último adiós, y el camposanto resultó insuficiente para dar cabida a tantos aficionados que sintieron profundamente la partida del gran ídolo. Muchos lloraron en esa triste jornada. Luchadores que en vida fueron sus grandes rivales como Black Shadow y Blue Demon y otros más se encargaron de cargar el féretro.
Hay un episodio que da la idea de que Rodolfo Guzmán presentía que el fin estaba cerca. Semanas antes de morir se presentó al programa Contrapunto de Televisa, que conducía Jacobo Zabludowsky. Ya al aire, sorprendió a todos cuando se quitó la máscara, para que el público, que por décadas adoró su incógnito, lo conociera realmente. Cuando se habla de los programas memorables de Jacobo, este programa es de los que se resaltan. El Santo tenía tanto arraigo entre la gente como Pedro Infante.
DE TULANCINGO
El Santo nació en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917. Sus padres fueron Jesús Guzmán Campuzano y Josefina Huerta Márquez. Procrearon siete hijos, y Rodolfo fue el quinto de ellos. En los años 20 la familia decidió cambiar de aires, para vivir en el DF, en el bravo barrio de Tepito.
Después de estudiar en la escuela "Abraham Castellanos" se dedicó de lleno a los deportes. Alternaba las pesas con el beisbol y el futbol americano, pero poco después derivó a la lucha grecorromana, se dedicó a la libre, y hay carteleras que señalan que su inicio en el pancracio ocurrió el 28 de junio de 1934 en la arena Peralvillo-Cozumel. Antes de vivir de la lucha, trabajó como obrero en una factoría de medias para dama.
El reconocido entrenador Jesús Lomelí fue quien se hizo cargo de su preparación, y de ese modo los aficionados lo vieron actuar como "Rudy" Guzmán y el "Hombre rojo", y también como "El Murciélago" II, nombre que utilizó brevemente porque el propietario del nombre, Jesús "El Murciélago" Velásquez, protestó y Rodolfo Guzmán tuvo que renunciar a ese apodo.
La historia dice que Jesús Lomelí le encontró el nombre que lo haría una leyenda: le propuso tres nombres que no tenían dueño: El Diablo, El Santo o El Ángel. Rodolfo se inclinó por El Santo y comenzaba así una gran historia.
El Santo ganó infinidad de luchas memorables, pero se piensa que su mejor triunfo lo logró el 17 de noviembre de 1952, cuando venció y le quitó la máscara a Black Shadow, cuyo verdadero nombre fue el de Alejandro Cruz Ortiz en la Arena Coliseo. La fama de El Santo aumentó con la revista de historietas de José G. Cruz, que todo mundo leía. Pete Pancof, los hermanos Espanto y muchos más, también fueron víctimas del Enmascarado de Plata.
CINE
Debido a la gran popularidad del Santo, el cine aprovechó su magnetismo, por lo que se convirtió en uno de los artistas favoritos del público mexicano. Se tiene registro de que 24 de sus incontables filmes fueron supertaquilleros, rompieron marcas y embrujaron al público. Entre otros filmes se cuentan: "Santo contra el cerebro del mal", "Santo contra los hombres infernales", "Santo contra los zombies", "Santo contra el estrangulador", "El barón Brákola", "Santo y 'Mantequilla' Nápoles contra las momias de Guanajuato, "Santo y Blue Demon contra los monstruos", así como las que filmó con Capulina.
Rodolfo Guzmán Huerta contrajo matrimonio a principios de los años 40 con María de los Ángeles Rodríguez Montaño, con la que procreó diez hijos: Alejandro, María de los Ángeles, Héctor Rodolfo, Blanca Lilia, Víctor Manuel, Miguel Ángel, Silvia Yolanda, María de Lourdes, Mercedes y El Hijo del Santo.
Rodolfo era un ídolo de ídolos, pero siempre se distinguió por ser humilde y accesible con todos. Muchas anécdotas hay sobre su vida, como aquella en la que un promotor desesperado lo visitó para pedirle que actuara en provincia, y que de acuerdo con la entrada le pagaría su sueldo. Aquel hombre tenía grave a su esposa, y necesitaba dinero para operarla. El Santo accedió a trabajar para ese señor, pero el público respondió apenas.
Apenado, el empresario le dijo al Santo que cúanto le iba a cobrar por la lucha recién terminada, a lo que Rodolfo Guzmán le respondió: "Mira, solamente cómprame una torta y un refresco, porque tengo mucha hambre. Con eso".
La historia tuvo final feliz, porque la señora se salvó
0 comentarios:
Publicar un comentario